Dileando con un blog que no puedo entender...

domingo, enero 29, 2006

Apetito Insaciable

Entre unos centenales yo vi un día
dos hombres y una moza hermosa entre ellos:
jamás faltaba encima el uno de ellos.
Cuando bajaba el uno, otro subía.

Cada cual su deber muy bien hacía.
Mas pudo tanto más ella que ellos
que, después de cansarlos y vencerlos,
aún le quedaba brío y lozanía.

"¿Cansada?", dijo. "Sí, es cosa posible,
que no hay tal ejercicio que no canse,
por más que sea gustoso y agradable,

pero quedar contenta es imposible,
que el apetito nuestro es insaciable
y no consiente al hombre que descanse."
—Anónimo del Siglo de Oro español